adela cortina

Discurso de Francisco J. Mora Mas

Rector de la UPV

Ver discurso de Francisco J. Mora Mas

Agradezco la presencia de todos Udes. en este acto solemne de investidura de la profesora Adela Cortina como Doctor Honoris Causa, y de investidura de nuevos doctores.

Mi enhorabuena más sincera a nuestros nuevos doctores. Os animo a esforzaros por dejar huella de vuestro saber en la universidad y en el mundo en que vivimos. Os deseo los mayores éxitos profesionales y que, allí donde os lleve la vida, nunca olvidéis el rigor intelectual, el espíritu crítico y de superación que habéis aprendido en nuestra universidad. Mantened siempre la curiosidad intelectual y buscad la verdad, que es la fuente del conocimiento.

Etimológicamente Doctor -el que enseña, el docto- es palabra que define al maestro, al profesor, a quien genera conocimiento. La primera colación del título de doctor tuvo lugar, en 1140, en la Universidad de Bolonia, a la que siguieron, al poco tiempo, otras universidades europeas. En nuestros días, el título de doctor está asociado al reconocimiento de la capacidad investigadora.

La generación de conocimiento -de nuevo conocimiento- es una de las funciones inexcusables que la universidad ha de llevar a cabo; sin ella no podríamos hablar propiamente de universidad. Para desempeñar adecuadamente esta función, nuestra universidad ha de propiciar todos los años la aparición de nuevas cohortes de investigadores que se incorporen al proceso de creación y de ampliación del conocimiento por medio de la investigación.

Es, por tanto, un motivo de orgullo, para todos los que formamos parte de esta Universidad, comprobar que el esfuerzo y la dedicación de nuestros investigadores han dado su fruto con esta cohorte de nuevos doctores.

Sabéis bien que durante todo este tiempo habéis tenido el apoyo de la institución y de muchas personas de nuestra comunidad universitaria. Habéis contado, en particular, con la orientación y la ayuda de vuestros directores de tesis, a quienes agradezco públicamente la dedicación y el empeño que han puesto para que cada uno de vosotros hayáis contribuido con vuestras tesis doctorales a generar nuevo conocimiento, y también a abrir nuevas vías para investigaciones futuras. Estoy seguro de que para cada uno de vuestros directores es un motivo de satisfacción veros reconocidos con el título de doctor.

Con vuestro birrete de doctores estáis asumiendo también nuevas responsabilidades. Vuestra tesis doctoral representa el inicio de una nueva etapa. Ahora debéis de demostrar vuestra autonomía investigadora, y encontrar nuevas líneas de investigación, porque la generación de nuevos conocimientos ha de ser para vosotras y vosotros , como lo es para la Universidad, un objetivo permanente.

Hacer ciencia es el pilar fundamental sobre el que se sustenta una universidad. El prestigio de cualquier universidad está, por tanto, decisivamente relacionado con su contribución al conocimiento, de ahí que las universidades deseemos sentar en nuestro claustro a aquellas personas que han realizado aportaciones fundamentales.

Este es el origen del doctorado honoris causa, o ad honorem, sólo atribuible en razón de relevantes méritos académicos y que aportan valor a nuestra sociedad. Recibir talento y ejemplo.

Mostrar un espejo en el que puedan mirarse quienes aquí enseñan, estudian e investigan. Hoy recibimos a una de los elegidas. Reconocemos con este acto a la profesora Adela Cortina que ha puesto su trabajo al servicio de la sociedad para su mejora y progreso.

Hoy, la UPV se engrandece al haber otorgado su más alta distinción a la profesora Cortina. Es un verdadero orgullo para nuestra Universidad que haya aceptado este nombramiento porque ello nos permite aprender de sus conocimientos.

En nombre de todos los presentes debo, en primer lugar, felicitar al departamento de proyectos de ingeniería por haber propuesto incorporar al claustro de nuestra universidad a la Dra. Cortina.

Asimismo, quiero hacer público nuestro reconocimiento al padrino, el profesor Félix Lozano, que ha expuesto de forma resumida, pero clara y convincente, los sobrados méritos que concurren en nuestro nueva doctora y que fundamentan indiscutiblemente su incorporación a nuestro claustro.

No voy a extenderme en glosar el trabajo desarrollado a lo largo de su vida por el profesora Cortina, porque sus méritos ya han sido expuestos por su padrino mucho mejor de lo que yo podría hacerlo aquí.

La profesora Cortina es una persona que demuestra una gran preocupación por la realidad social actual, y es algo que está reflejado en su trabajo. Su labor, enfocada en la Ética y la Filosofía Política, se aplica a los campos de la ciencia y tecnología, economía y empresa, desarrollo humano y en la bioética, entre otros, además, ha puesto en valor su actitud abierta hacia el progreso del mundo a través de la ciencia, algo que forma una parte fundamental de la misión y visón de esta institución.

Desde siempre, la influencia social de los científicos y educadores se ha basado, más que en el conocimiento, en su sabiduría. En su autoridad moral. En la posibilidad de ayudar y guiar a la sociedad. Es natural que en tiempos de cambio, esa sociedad les busque. Y mas ahora, cuando se percibe un tiempo diferente. Un tiempo de caída de dogmas. De emergencia de ingredientes en el menú de la historia.

Cada vez se hace más difícil pensar que la socio- economía mundial vaya a moverse por los mismos caminos. Por las mismas pautas que han sido normales hasta ahora. Y la vieja Europa no es la excepción. Se necesita, por tanto, oír la voz, la sensatez de personas como la profesora Cortina. Sensatez sin carga ni condicionamiento partidista. Sensatez que no se queda en la frialdad de las cifras.

Ella no se conforma con conocer por conocer. Quiere conocer para cambiar. Quiere conocer para transformar. Incluso, parafreaseando a un antiguo estadista francés: “para dar órdenes a la historia”. Porque el futuro ni está escrito ni es inevitable. Esa es, tal vez, la grandeza de esta ciencia.

La ciencia que se enseña para dar una esperanza. Una esperanza que tenga cabida en todas las ideologías que primen la libertad y la solidaridad.

Esta mañana, profesora Cortina, solo con oírle, tenemos un motivo mas para ser optimistas. Para pensar que es posible la ciudad utópica, un mundo más humano. Para pensar que, como usted, la Universidad nunca deja de ser joven.

Concloc la meua intervenció en aquest solemne acte dirigint-me, de nou, als nous doctors i doctores de la UPV que, fa uns minuts, acaben –acabeu– de recollir els vostres atributs doctorals. Vosaltres sou i simbolitzeu el futur d'aquesta Universitat. Sou un exemple destacat de la labor que desenvolupem, i per això, en nom de tota la comunitat universitària, us reitere l'orgull que sentim i la nostra felicitació per l'èxit que heu obtingut.

Moltes gràcies. 

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