La sostenibilidad ha sido siempre uno de los pilares fundamentales en el desarrollo académico e institucional de la Universitat Politècnica de València. Somos una institución comprometida con este tema, que lo integra en distintos niveles: desde la docencia y la investigación hasta la propia gestión universitaria.
Durante mi intervención con motivo del “Galapagos Day” en la sede de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) en Valencia, reflexioné sobre estos temas. En particular, destaco esa perspectiva integral de la sostenibilidad, que considero fundamental para lograr, de manera efectiva, la preservación y mejora de nuestro entorno. Mi intervención puso de relieve la excelente trayectoria que lleva la UPV y demostró que, trabajando en conjunto, una comunidad puede contribuir de manera significativa a la reducción del impacto que nuestras acciones tienen sobre el medio ambiente.
Los tres ejes de la sostenibilidad
Aunque nuestro foco principal es la sostenibilidad medioambiental, existe un amplio consenso en que, para alcanzar este objetivo, debemos contemplar tres ejes: el social, el económico y el medioambiental. Esta “triple sostenibilidad”, como me gusta llamarla, es clave para asegurar que el progreso no solo se mida en términos de productividad y eficiencia, sino también desde la responsabilidad social y ecológica.
La UPV, pionera en sostenibilidad medioambiental
En 2009 logramos la certificación en gestión medioambiental EMAS, una de las certificaciones más exigentes en esta materia. Fuimos la primera universidad pública en obtenerla y, a día de hoy, seguimos siendo la única institución de educación superior pública que la ostenta. Año tras año, somos sometidos a un riguroso proceso de auditoría que examina desde la gestión de residuos hasta la toma de decisiones. Este sistema de acreditación es posible gracias a la profesionalidad de nuestros servicios universitarios y, en particular, de la Unidad de Medio Ambiente.
Además, somos la universidad pública española con la menor huella de carbono desde hace tiempo. La reducción de nuestra huella de carbono es fruto del esfuerzo colectivo de toda la comunidad universitaria, desde el transporte que utilizamos hasta la gestión eficiente de la energía. La obtención del triple sello “Cálculo - Reduzco - Compenso” ha sido fundamental para avanzar en la captación de CO2, lo que nos ha permitido alcanzar el puesto 147 a nivel mundial en el prestigioso ranking Greenmetrics.
En cuanto a la gestión, hemos implementado iniciativas que promueven la sostenibilidad, como la integración de criterios medioambientales en nuestras prácticas de contratación.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Otro aspecto esencial que abordé fue nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En la UPV, hemos adoptado estos 17 objetivos como parte de nuestra misión institucional. Estoy orgulloso de decir que estamos en el top 100 mundial en tres de estos ODS, y somos número uno a nivel nacional en los relacionados con la industria, la innovación y la infraestructura, así como en la acción por el clima.
Colaboración interinstitucional
Abordar la preservación del medio ambiente de forma aislada es casi imposible. Por ello, subrayé la importancia de la colaboración con otras entidades. Un buen ejemplo es la alianza que hemos establecido con el Ayuntamiento de Valencia, la Generalitat Valenciana y la Autoridad Portuaria para avanzar en el proyecto Valencia Valle del Hidrógeno Verde. En esta iniciativa, experimentamos con tecnologías de producción y movilidad basadas en el hidrógeno, un campo en el que lideramos a través del Instituto CMT - Clean Mobility & Thermofluids.
Una universidad neutra en emisiones
A pesar de nuestros logros, aún queda mucho por hacer para alcanzar la neutralidad en emisiones para 2030. Desde el Vicerrectorado de Desarrollo Sostenible de los Campus, estamos centrando nuestros esfuerzos en cuatro pilares: mejorar la eficiencia energética de nuestros edificios, aumentar la producción de energías renovables —con la instalación reciente de 1,1 MW en placas solares—, reducir el consumo energético y fomentar una movilidad más sostenible dentro de nuestros campus.
Este reto global requiere la colaboración de toda la comunidad universitaria y una interacción eficaz con otros actores. Nuestra visión es convertir nuestros campus en laboratorios vivos, donde las innovaciones puedan implementarse y evaluarse en tiempo real. Solo así podremos avanzar hacia un futuro más sostenible para las próximas generaciones.