Bienvenidas y bienvenidos a la Universitat Politècnica de València, en esta celebración de la vigesimotercera Junta General de Universia, ya en el marco del V Encuentro Internacional de Rectores Universia que acoge la ciudad de València en estos días. Como nos anunciaba la Presidenta en la última Junta, València se convierte durante tres días en la capital mundial de la Educación Superior.
Mi agradecimiento Presidenta, extendido a ese gran equipo que lideras, por tu firme defensa de los valores universitarios y de la educación superior, como elementos fundamentales de cohesión social y progreso económico. Y agradezco palabras de reconocimiento a la UPV.
El papel de Universia en la universidad española en estos más de 20 años desde su creación ha sido fundamental, convirtiéndose en palanca de cambio del sistema de educación superior y, por méritos propios, en el principal mecenas de la universidad española. Muchas gracias, Presidenta.
Como Rector, expresar el honor que supone para la Universitat Politècnica de València acoger esta Junta que además marca el inicio del V Encuentro de Rectores y Rectoras, cuyo lema “Universidad y Sociedad” ha sido para nuestra Universidad la guía y motor de nuestra actividad, y de todas las nuevas iniciativas e innovaciones que se han ido desarrollando desde hace décadas. Persiguiendo ese compromiso con la sociedad hemos conseguido un brillante y muy destacado posicionamiento en los rankings internacionales de referencia, y el desarrollo de una de las más intensas relaciones de colaboración universidad -empresa, dentro del panorama universitario español, además de ser vanguardia en temas como el aprendizaje a lo largo de la vida, el emprendimiento, la innovación y la colaboración en red, todos ellos ejes temáticos de este estimulante evento que tenemos por delante.
Por nuestro Centro de Formación Permanente pasan cada año del orden de 30.000 personas. Acceden a ofertas formativas, desarrolladas en muchos casos a demanda de la empresa, y con frecuencia impartidas de forma conjunta con esto. Los perfiles profesionales que la sociedad necesita cambian de forma acelerada. Y hoy, las universidades sabemos bien que debemos dirigir nuestra oferta a todos los segmentos de edad y de experiencia profesional, para satisfacer sus necesidades de actualización, de cambio y de mejora en su competencia profesional.
Y qué decir del emprendimiento universitario, de su fomento y promoción, y del compromiso con la propia creación de empresas. Hoy sería difícil encontrar instituciones que no contemplen esto en su estrategia institucional, aunque existen inercias o planteamientos que no aceptan plenamente estos objetivos. No puedo dejar de recordar cual era la situación cuando en 1992 lanzamos nuestro programa IDEAS de apoyo a la creación de empresas. Aquella iniciativa se miraba con incredulidad, e incluso con rechazo, por una parte importante de la academia de entonces. Con mucha pedagogía y liderazgo hemos alcanzado ya tres décadas de crecimiento exitoso del programa, con resultados tan relevantes como las cerca de 1000 iniciativas empresariales impulsadas desde el paraguas de la UPV.
En palabras del Presidente de la Cámara de Comercio de España, D. José Luis Bonet: “Falta investigación aplicada y orientada a la generación de riqueza y la creación de empleo en todos los niveles. En España hay ideas y talento, pero falta esa traslación al tejido productivo y la sociedad, motivado entre otras razones por el marco normativo”. Palabras que no niegan en absoluto la necesidad de investigación básica y no orientada. Yo añadiría que esa traslación se debe producir también en el ámbito formativo, y en ambos sentidos, porque las universidades deben interaccionar permanentemente con las administraciones y con los sectores productivos para atender a sus retos y necesidades, en la formación, la investigación y la innovación.
Para la UPV la relación con la empresa, con el entorno socio-económico, y la preocupación por la empleabilidad de nuestros egresados es desde hace décadas una prioridad. Y esto es mucho más que una declaración de principios o meras palabras. La semana que viene celebraremos la vigésimo primera edición de nuestro Foro de Empleo que este año reúne en este campus de València a casi 180 empresas. Y desde nuestro programa “UPV Innovación”, lanzado en 2017, hemos conseguido la coordinación de muy diversos servicios y estructuras de la Universidad, algo realmente difícil con el marco normativo al que se refería José Luis Bonet, y la UPV ofrece con éxito servicios de innovación a la empresa. Pero las universidades necesitamos verdadera autonomía, que nos permita ser ágiles, flexibles y competitivas, y que debe ir asociada a la rendición de cuentas a la sociedad, en un marco de financiación adecuado, basado en objetivos y en resultados.
Hoy los procesos de formación del estudiantado y sus necesidades, que son las de la sociedad, experimentan cambios cuya naturaleza y resultados no siempre comprendemos o aceptamos. Al estudiantado hay que ofertarle un amplio abanico de posibilidades formativas mucho más allá de lo que los programas de formación reglados son capaces de contener: con prácticas extracurriculares, movilidad internacional, actividades de voluntariado, culturales y deportivas, participación en equipos multidisciplinares de makers, colaboración en investigación, acceso a formación complementaria (en nuestros centros de formación permanente), reconocimiento y ayuda en sus actividades de representación estudiantil, y otras muchas que son actividades fundamentales para el desarrollo de sus competencias transversales, que serán imprescindibles para su desarrollo profesional, y por qué no decirlo, para su desarrollo personal. Porque la enseñanza es más que impartir conocimiento y competencias, es también inspirar el cambio.
Todo esto a lo que me he referido, todo, es resultado de desarrollar plenamente ese compromiso y esa relación del binomio universidad-sociedad. Y añado que muchos de estos programas o iniciativas se desarrollan en numerosas universidades de nuestro país gracias al apoyo de Universia, y así es también en la UPV.
Por ello termino agradeciendo de nuevo a Universia su papel en la universidad española, y el apoyo de Banco Santander por apostar por el conocimiento, la innovación, la formación, el progreso y la cohesión social que es, a fin de cuentas, lo que representa la universidad. Atreverse a ser singular, ser diferente y abrir camino son valores que en la UPV compartimos con Universia.
Muchas gracias, y mis deseos de una fructífera participación en el V Encuentro Internacional de Rectores de Universia, y una muy grata estancia en Valencia.