Un vegada més, benvinguts i benvingudes a aquest entranyable acte acadèmic que celebrem amb especial alegria per la seua naturalesa, i també per la gradual recuperació de la convivència social.
Hui celebrem un dels esdeveniments acadèmics de més rellevància i tradició a la vida universitària: la investidura de noves doctores i doctors, i la incorporació d’un nou membre al nostre claustre de professors amb la distinció d’Honoris causa.
És per això que vull començar aquest acte donant l’enhorabona als nous doctors, per la culminació d’una etapa que marcarà un abans i un després en la seua carrera acadèmica i professional, i al Dr. D. Antonio Font i Arellano pels seus mèrits, que tan magníficament han presentat els seus padrins, i que li han fet mereixedor de la màxima distinció que la nostra universitat té reservat només a aquelles persones que han demostrat extraordinaris mèrits de caràcter acadèmic, científic, tecnològic o humanístic.
A més, hem entregat els premis extraordinaris de tesi doctoral, un reconeixement públic a tesis doctorals que destaquen d'una forma especial per la seua extraordinària excel·lència, demostrada a través d'indicadors que la universitat ha establit; i indique això perquè la realitat és que és una tasca difícil i complexa distingir els millors treballs de recerca en un entorn, la UPV, on es realitza en multitud d'àmbits una investigació del màxim nivell. La meua sincera enhorabona a tots els premiats per l’excel·lència que heu demostrat en el desenvolupament de la vostra tasca de formació com a doctors per la Universitat Politècnica de València.
El doctorat és l’autèntic protagonista d’aquesta celebració. La institució del doctorat universitari es remunta, segons algunes fonts, nou segles arrere. Encara que en realitat no és fàcil sustentar aquesta afirmació perquè aquell doctorat no era el mateix que l'actual.
El termino “doctorat”, ve del llatí “doctoratus”, i va aparèixer a la Edat Mitjana com una manera que tenien els nostres avantpassats de distingir a aquelles persones amb la capacitat d’ensenyar en llatí, llengua franca de l’època a aquelles universitats primigènies.
Aqueix era el doctorat de fa nou segles, abans que despuntara la ciència, tal com la coneixem hui. No va ser fins al segle XVII quan la concepció actual del doctorat va prendre forma a l’Alemanya de figures com Kepler, que va escriure les lleis matemàtiques que governen el moviment dels planetes, o Leibnitz, creador del càlcul infinitesimal.
Estes i altres persones estaven motivats pel seu estim pel coneixement, és per això que es va encunyar el terme “doctor en filosofia”. Aquest nom no fa referència a la disciplina de la filosofia en si mateixa, sinó que pren el seu sentit per l’etimologia grega de la paraula “filosofia” que no és una altra cosa que el desig de l'ésser humà per la saviesa.
És precisament aqueix terme el que s'ha mantingut en el món anglosaxó amb el conegut PhD, acrònim de “Philosophy Doctor”, i que en les universitats del nostre entorn s'atorga a aquelles persones que combinen un ampli coneixement d'una disciplina acadèmica, amb una profunda comprensió d'una matèria dins d'aqueixa disciplina.
La nostra aposta pel doctorat de màxima qualitat és inqüestionable. És per això que vull felicitar a la Vicerectora d'Investigació, i a la Directora de l'Escola de Doctorat per l'excel·lent tasca que desenvolupen. Aprofite aquesta ocasió per a anunciar que abans que finalitze enguany, tenim prevista la reubicació de l'Escola de Doctorat a l'àgora, un lloc central del Campus de Vera, que acostarà encara més el doctorat a la comunitat universitària.
Hoy volvemos a re-encontrarnos y, como subrayé hace ya casi un año en la clausura del curso anterior 2021-22, este curso está siendo el de salida de la pandemia. Que el uso de mascarillas haya pasado a ser una recomendación en celebraciones como la de hoy, vuelve a ratificar que gracias a la ciencia se ha conseguido reducir el dolor y sufrimiento, así como la duración de esta difícil travesía que entre todos hemos navegado con éxito.
Muchas cosas han cambiado o se han acelerado, pero no voy a decir que nada será igual porque no estoy de acuerdo con esa afirmación.
Somos una universidad presencial y debemos sacar el máximo partido de este hecho, que es una indudable ventaja con respecto a los modelos online. Pero también hemos de aprovechar las oportunidades que brindan los entornos virtuales y las actividades a distancia. .. En las clases hemos recuperado ese entorno enriquecedor basado en la relación directa profesor-estudiante. Al respecto voy a citar las palabras del Presidente de Harvard, el Profesor Lawrence S. Bacow, quien con motivo del inicio del curso actual, se dirigía a estudiantes, en su segundo año, que habían pasado el curso anterior con una presencialidad en el campus muy limitada:
“Os invito a observar con detalle todos aquellos aspectos que echabais de menos – los intercambios diarios con vuestros compañeros y compañeras, así como las experiencias compartidas que os permiten tender puentes y convertir a extraños en amigos para toda la vida. ¿Qué es lo que apreciáis más del tiempo que estáis con vuestros compañeros de clase? ¿Qué partes de este maravilloso campus tienen un significado especial para vosotros? Parad un momento y pensad sobre cómo podéis dar forma a los años que estaréis en la universidad, porque son esos momentos los que formarán parte de cada uno de vosotros para el resto de vuestras vidas”.
Una interesante y bonita reflexión que comparto, y que es además aplicable en diversos sentidos a todos los que desarrollamos nuestra actividad en esta gran universidad.
En el ámbito de la organización del trabajo, hemos dejado atrás una situación transitoria, y de emergencia, de trabajo a distancia, que ha permitido mantener con éxito la actividad universitaria en los momentos que más duramente nos golpeó la pandemia. Hemos vuelto a la presencialidad total en todos los puestos de trabajo. Y como en toda crisis hemos aprendido y, además, hemos sido capaces de encontrar oportunidades; …así, hemos iniciado un proceso de organización del teletrabajo de acuerdo al ordenamiento legal, y que iremos mejorando.
Una vez más, felicito a toda la comunidad universitaria, estudiantado, profesorado y personal de administración y servicios, por la capacidad de adaptación y compromiso mostrado en todo momento durante la crisis sanitaria que ha permitido que siguiéramos prestando con calidad y excelencia nuestro servicio público, que es esencial, … aunque en aquel momento no se reconocía.
La docencia, la investigación, la creación artística, la innovación y la transferencia son todas actividades interrelacionadas, y están en los fundamentos de la universidad del siglo XXI. Una buena investigación redunda en una buena docencia, y una buena docencia en una buena investigación. Pero esto crea diversos objetivos y obliga a hacer compatibles y sumar un gran número de actividades. Así, el profesorado desarrolla su actividad atendiendo a múltiples objetivos relacionados con la docencia, la investigación, la transferencia y la gestión. Es una tarea compleja reflejar todo esto en la definición de la dedicación del profesorado pero entre todos y todas hemos sido capaces de actualizar nuestra Normativa de Ordenación Académica. Algo que era necesario y que sabemos que tendremos que acometer de nuevo; como he dicho este es uno más de los aspectos de nuestra organización que de forma continua hemos de ir revisando. Gracias a todos por el esfuerzo negociador realizado, y a nuestro vicerrector de profesorado y ordenación académica por el liderazgo en el proceso.
Aprovecho también para recordar la celebración de los 50 años desde que la Escuela Politécnica Superior de Alcoy, nuestro Campus de Alcoy, se incorporó a la UPV. Todos debemos felicitarnos por ello. El campus de Alcoy es un magnífico ejemplo de integración de un campus urbano en una ciudad. Hace poco tuve el honor de recoger como Rector de la UPV, el Premio Hispania Nostra 2018, concedido a la rehabilitación de los edificios de Ferrándiz y Carbonell (…), y aprovecho para reconocer la iniciativa de Alcoy Industrial, que redactó la Memoria Justificativa y presentó la candidatura, y de los que en su momento lideraron esta actuación de la que hoy estamos orgullosos: el entonces alcalde Sánus y el también entonces Rector Nieto, cuya acción supuso un auténtico tránsito hacia una auténtica ciudad universitaria.
Asumí como Rector el compromiso de que nuestros campus se desarrollaran de forma sostenible y con el mayor respeto al patrimonio, en particular el que de alguna forma administramos o nos es más cercano. Ahí está también la huerta, ese patrimonio que es físico pero también intangible, esa huerta con la que este campus de Vera linda en su borde Norte. El Vicerrectorado de Desarrollo Sostenible de los Campus, desde el primer momento, ha venido desarrollando una excelente labor para iniciar acciones de estudio y preservación, que esperamos haga que, una vez más, la UPV dé ejemplo de compromiso con la sociedad valenciana. Enhorabuena, vicerrectora.
El éxito de nuestra Universidad es el de nuestros egresados (y ahí están nuestros nuevos doctores), el de todos los miembros de la comunidad universitaria (y también incluyo aquí a nuestros miembros del claustro que se incorporan de forma simbólica habiendo recibido la distinción “Doctor Honoris Causa”), pero también el reconocimiento que recibimos de la sociedad por nuestro compromiso con ella. Y en este sentido la reputación que la UPV ha logrado es excepcional y ampliamente reconocida. Y esto tiene consecuencias muy positivas.
Hace escasos días se reconocía en los medios de comunicación el papel fundamental que ha jugado la excelencia y potencial de la UPV en la decisión del grupo Seat-Volkswagen para la ubicación de su planta de baterías, la gigafactoría, en Sagunto. La UPV es líder en líneas de investigación y formación que son clave para el futuro de la movilidad eléctrica, y eso ha tenido un peso fundamental en la decisión de la compañía para realizar esta inversión que está previsto genere más de 3.000 empleos directos, más de una decena de miles de empleos indirectos, y el desarrollo de una industria alrededor que incrementará nuestras capacidades de I+D+i. Y ahí estará, encima, la UPV, porque desde el primer momento nos hemos volcado en mostrar el despliegue de capacidades que la Politécnica puede aportar para el desarrollo de este proyecto, tanto en lo que se refiere a formación como en investigación e innovación.
Éste y otros logros son una prueba evidente del brillante presente de nuestra Universidad y del enorme talento que alberga. Y los nuevos doctores y doctoras son la semilla necesaria para construir el futuro que tenemos por delante.
Nuestro nuevo Doctor Honoris Causa es, sin lugar a dudas, un gran ejemplo de ese talento UPV, tal y como nos han expuesto sus padrinos en su Laudatio. Quiero felicitar a D. Antonio Font por su excelente discurso, y agradecerle personalmente el importante papel de nexo de unión entre dos universidades que coincidieron en el inicio de su andadura: La Universitat Politècnica de Catalunya y la Universitat Politècnica de València. Ambas politécnicas compartieron conocimiento para dar forma a cada una de sus escuelas y departamentos. El Profesor Font i Arellano jugó un papel clave en la creación del Departamento de Urbanismo de esta universidad. Quiero desde aquí agradecer al Departamento de Urbanismo la acertadísima decisión de proponer al Profesor Font i Arellano como Doctor Honoris Causa. Esta iniciativa ahonda además en la excelente y fluida relación y colaboración que desde siempre hemos mantenido la UPV y la UPC, y que ha crecido en ese espacio de colaboración que llamamos UP4, en el que nos reunimos las cuatro universidades politécnicas del país.
La creación de las universidades politécnicas en España puso fin a la dispersión de las escuelas de ingeniería y arquitectura, e inició la andadura de una de las experiencias más exitosas en el sistema universitario español. Podemos decir con claridad que son las únicas instituciones de educación superior del país especializadas, factor singular de estas universidades, incorporando además un buen número de másteres habilitantes que nos hacen todavía más singulares e importantes para el contexto social y económico. Nuestro nuevo Doctor Honoris Causa, en su ámbito, sin duda ha contribuido significativamente al desarrollo del espacio de las politécnicas españolas …..
La UPV, además, incorporó a la Facultad de Bellas Artes y a la Facultad de Administración y Dirección de Empresas, siendo la única politécnica de este país en la que se dan cita cuatro disciplinas clave: Ingeniería, Arte, Diseño y Negocios.
No puedo dejar de mencionar aspectos relacionados con los cambios del escenario universitario. Se están produciendo novedades legislativas que afectan de forma importante a nuestra actividad universitaria, y se vislumbran algunos que afectan a las bases mismas de nuestra organización y actividad. Me refiero a la reforma de la Ley de la Ciencia y al anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario español (LOSU). Respecto a la primera me he manifestado dando la bienvenida porque busca resolver muchos problemas que sufrimos en relación con la gestión, la infrafinanciación, la carrera investigadora y las figuras contractuales; una parte de esta reforma ha sido adelantada mediante un RD … para resolver graves problemas de contratación que quedaban en el aire con la aprobación de la reforma laboral de finales de diciembre pasado. Y trabajamos ahora de forma intensa para perfilar detalles no definidos de su aplicación.
Respecto al anteproyecto de la LOSU, por supuesto trae aspectos muy positivos en su articulado … relativos a la financiación y a la reducción de la temporalidad. Sin embargo, siendo el nuevo anteproyecto un texto evolucionado a partir del borrador que se manejaba a finales de 2021, … en el que se ha tratado de eliminar artículos discutidos, y de flexibilizar otros muchos aspectos, hemos seguido sin tener un adecuado y necesario debate, en el ámbito universitario, sobre qué modelo de universidad queremos. De hecho, el texto pierde su aparente flexibilidad cuando trata aspectos clave que afectan a la gobernanza y la autonomía universitaria, … lo que me parece muy preocupante.
En el ámbito autonómico, quiero agradecer a la Generalitat Valenciana el haber concluido con éxito el pago de la deuda histórica a las universidades, y la voluntad de iniciar las negociaciones para el Plan Plurianual de Financiación. Es en este ámbito donde debe tenerse en cuenta esa singularidad de la Universitat Politècnica de València que mencionaba anteriormente, tanto en especialización, investigación, como por su importante aportación al entorno socio-económico. Y, de nuevo, quiero recordar que la Generalitat tiene pendiente la firma del Convenio del personal laboral de las Universidades Valencianas que quedó pendiente de firma a finales de la pasada legislatura. Estas circunstancias se dan en un momento en que acaba de producirse un relevo de la titular de la Conselleria responsable de universidades; estamos pendientes de las novedades que esto pueda traer. Y, desde luego, quiero dar desde aquí las gracias y expresar mi reconocimiento a la ya exConsellera, la profesora Carolina Pascual, porque considero que ha hecho una excelente labor, siempre atenta a las necesidades de las universidades valencianas, y en unas circunstancias que sabemos no son fáciles.
Y para terminar, reitero mi enhorabuena a todos los premiados por sus tesis doctorales, a los nuevos doctores y doctoras, a sus familiares y amigos que seguro comparten ese éxito, y también reitero mi reconocimiento y bienvenida a la UPV, al Dr. D. Antonio Font i Arellano con su nombramiento como Doctor Honoris Causa.
Cada nuevo Doctor Honoris Causa incorporado a nuestro claustro debe suponer, de alguna forma, un momento de reflexión para la institución, de lo que somos, y de que hay de nuestro en ese nuevo Honoris Causa, porque eso es lo que explica el reconocimiento que nos lleva a otorgar esa máxima distinción. Y esa reflexión nos debe ayudar a orientar nuestro futuro; y con la mirada en el futuro quiero cerrar esta ceremonia, recordando las palabras de otro Doctor Honoris Causa por la UPV, el investigador Jean Dausset, Premio Nobel de Medicina y Fisiología (1980). En su discurso en este mismo paraninfo, del que están a punto de cumplirse ya 20 años, nos recordaba el papel que tenemos como individuos en el diseño de un futuro mejor: “El ser humano ha adquirido un tal dominio en la materia que ya no debe aceptar pasivamente su futuro, ya que puede y debe, a partir de ahora, orientar lúcidamente su destino.” Y para eso las universidades somos un actor esencial.
Muchas gracias